DOCUMENTOS PASTORAL JUVENIL

lunes, 28 de diciembre de 2015

FELIZ NAVIDAD


LA ENCARNACIÓN DE JESÚS SEA LA EXPRESIÓN GOZOSA DE LA MISERICORDIA DEL PADRE PARA NUESTRAS VIDAS, ABRAMOS EL CORAZÓN Y VIVAMOS UNA AUTÉNTICA NAVIDAD.

UN ABRAZO CARIÑOSO
COMUNIDAD HIJAS DE JESÚS COLOMBIA.

Estudiantes y pesebre de
I.E. SOACHA PARA VIVIR MEJOR, FE Y ALEGRIA. 

jueves, 18 de junio de 2015

JOVENES CAMINANDO POR LA PAZ

CAMINO CLAVER

Camino Claver, una experiencia de peregrinación orante para ejercitarse en el autoconocimiento,  desprendimiento y  confianza en Dios. Fue una caminata inspirada en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, que se realizó  del 7  al 13 de Junio en los pueblos de San Gil, Curití, Villa Nueva, Barichara – Guane, Cabrera  y culminó en San Gil. Participamos 64 jóvenes y asesores.

Fue un espacio de reflexión sobre como contribuir a la paz desde y en lo cotidiano, se hizo énfasis en algunos medios importantes para el caminar personal y comunitario en este proceso de reconciliación en el país, resaltamos la oración personal diaria, el  contacto con la naturaleza, la reflexión y convivencia en grupo, todo esto nos ayudó a crecer en  libertad, esfuerzo personal y comunitario igualmente, a afinar los sentidos  para captar los sonidos vitales, aprender la espiritualidad y discernimiento y así  unir esfuerzos para responder a las problemáticas políticas y sociales del país. 

                                                                        ANA MENDOZA. F.I.

lunes, 27 de abril de 2015

FIESTA DE ANTOÑITA

María Antonia Bandrés y Elósegui, Beata
Religiosa Hijas de Jesús, Abril 27




Religiosa de la Congregación de las Hijas de Jesús
Nace en Tolosa (España) un 6 de marzo de 1898.

Su papá se llamaba Ramón Bandrés y su mamá Teresa Elósegui. Fue la segunda hija de los quince que tuvo el matrimonio. 

Antonita sentía un amor entrañable hacia sus padres y hermanos, esto hizo que le costara mucho afectivamente la separación de los mismos al ingresar al noviciado, por eso se le escuchó decir:
Sólo por Dios los he dejado.

En aquel hogar se vivía la fe y la caridad cristiana. Doña Teresa era una mujer ejemplar y santa, que supo ayudar a sus hijos a crecer en todo, pero especialmente en el amor a Dios, a María y a los más pobres y necesitados.

Su salud era un poco débil. Sus padres tuvieron con ella cuidados especiales. La debilidad y el excesivo celo de los suyos, ayudaron a acentuar en aquella niña un carácter sensible hasta la susceptibilidad, que en los primeros años llegó a preocupar a doña Teresa:
“¡Qué chiquilla más fastidiosa! ¡Cuánto vas a sufrir con ese carácter!. Y sufrió sí, pero sin que la sonrisa, aunque teñida a veces de melancolía, se borrara de sus labios. 

Cursó sus estudios en el colegio de San José (Tolosa), el mismo fue fundado por Santa Cándida María de Jesús y allí mismo conoció a la encantadora Antonita, todavía casi niña. Cautivada por su mirada profunda y transparente, profetizó la Madre Cándida:T
ú serás Hija de Jesús.

Sin duda estas palabras se grabaron con anhelo de respuesta fiel en su corazón, que ya quería ser sólo de Jesús. El amor a la Virgen, que había germinado en los brazos de su madre, floreció espléndido en el colegio, ya que el mismo está marcado por la advocación de la Virgen del Amor Hermoso. Y María Antonia Bandrés fue congregante mariana por méritos de conducta y aplicación.


Su amor a los pobres y necesitados

Con ellos compartía de niña sus ahorros y todo lo que tenía, pero supo siempre hacer las obras de misericordia con sencillez y naturalidad para que nadie se sintiera herido. Para Antonita seguir a Jesucristo y estar cerca de los pobres eran una misma cosa. Lo había aprendido de sus padres que le enseñaron que el amor a los otros era un deber. Primero los visitaba con su madre, luego
catorce o quince años iba a su encuentro sólo con la sencillez y humildad que la caracterizaban. 

A veces cuando el lugar o la persona visitada podían suponer algún riesgo, le acompañaba Francisca, una empleada de la casa, cómplice en la caridad y en el silencio con que María Antonia actuaba en estas situaciones difíciles: Aquella viejecita de la chabola, que respondía con gritos y mal humor a su ternura; el marido amenazante, que se calmaba sólo cuando
la señorita lo esperaba en su propia casa para evitar el terror de los niños; las obreras del sindicato, para quienes ella era distinta de las demás, aunque todas buenas; lugares, personas en los que el paso de María Antonia dejó huella. 

Su llamada

La llamada a ser Hija de Jesús encontró su corazón bien dispuesto. La decisión estaba tomada. El realizarla costaría mucho, pero había de llegar a término seguro:
Es preciso llegar a la cumbre. E inició María Antonia aquella subida, que nunca tuvo retrocesos. Las piedras del camino fueron hiriendo sus pies sin que jamás se detuviera a vendar las heridas. Era natural sufrir por Jesús, que tanto sufrió por nosotros. Tener algo que ofrecerle, era una compensación a sus deseos de darse toda, porque de hacerlo, hacerlo entero.

Movida por un impulso del Esp
íritu Santo, ofreció a Dios su vida por quien había sido su padrino de bautismo, el querido tío Antón. El le manifestó su desacuerdo cuando ella se marchó al Noviciado, por tener una postura más agnóstica, pero comprendió luego el gesto misericordioso de su ahijada y descubrió tras él la misericordia del Padre, que lo acogió en sus brazos en un día de gracia y de perdón, bajo la mirada maternal de la Virgen de Aranzazu. Para sus últimos instantes, le estaban reservadas las gracias de la paz y la consolación verdaderas: “¿Esto es morir? ¡Qué dulce es morir en la vida religiosa! Siento que la Virgen está a mi lado, que Jesús me ama y yo lo amo.

Entro al Reino Celestial el 27 de abril de 1919, y fue beatificada por S.S. Juan Pablo II el 12 de mayo de 1996.

Hoy sigue siendo ejemplo de seguimiento a Jesús que motiva a las Hijas de Jesús y a sus estudiantes a vivir la felicidad que no termina la entrega alegre y sencilla.

CONMEMOREMOS SU PASCUA CON ALEGRIA Y MUCHA FE.
ANA MENDOZA FI.
Bogotá.


domingo, 8 de marzo de 2015

¿Quién nos convierte?

Al comenzar la Cuaresma se nos invita a la conversión. Pero eso no es un empeño voluntarista, ni un cúmulo de propósitos que uno mismo tenga que lograr. Es Dios quien nos convierte, cuando le dejamos. Es Dios quien transforma nuestras vidas y les da hondura y plenitud. Es Dios quien nos hace madurar y crecer, asumir la vida con toda su complejidad. El Dios que, infatigable, está trabajando en cada uno de nosotros…  (www.pastoralsj.org)


Es Dios quien nos convierte, cuando le dejamos.
¿Qué espacio le das a Dios en tu vida? ¿Qué tiempo real de encuentro tenes cada día para Él?


¿De verdad le dejas a Dios la conducción de tu vida? ¿En qué lo notas?

¿Qué necesita Dios convertir en tu vida en esta cuaresma?


No dejes que esta cuaresma pase sin que Dios deje una huella en ti. Nada dará más sentido a tu vida si Dios puede ocupar más tu corazón.


viernes, 23 de enero de 2015

¡JESÚS: UN AMOR QUE NOS MUEVE!

Misión Juvenil y Vocacional en La Plata (2015)

Desde el 5 al 12 de enero nos encontramos comunidades misioneras juveniles que acompañamos de Santa Fe, Jujuy y La Plata poniendo nuestra tienda en una escuela del lugar que nos prestó sus instalaciones. Fuimos alrededor de 56 jóvenes y 6 hermanas quienes participamos con alegría de la misión.

Fue una experiencia maravillosa, agradecemos a los laicos de las comunidades del lugar que se organizaron para prepararnos la cena para todos, siempre estuvieron presentes apoyándonos en todo. Igualmente a las hermanas nuestros agradecimos par la apertura y la acogida que han tenido, el trabajo en equipo y la colaboración que nos han aportado y al P. Carlos Pont Gasques que nos abrió las puertas haciendo posible esta experiencia para estos jóvenes.

ALGUNAS RESONANCIAS DE LO VIVIDO POR LOS JÓVENES…
La experiencia de misión para mí fue increíble, nunca hice o nunca viví una experiencia como la de esta misión, tuve oraciones profundas, más lectura y lectura bíblica comprensiva de la Biblia, ahora lo viví y se cómo es.
Fue de gran ayuda, inquietudes que me surgían durante los últimos tiempos, a tomar con más firmeza decisiones que me inquietaban, fue rápido y lo llegué a disfrutar más que años anteriores.
La experiencia fue hermosa, siempre son hermosas, nos renuevan la fe y animan a seguir andando en Dios con otros jóvenes.
Fue muy significativa para mí, haber compartido tantas cosas me llenaron el corazón de muchas emociones, muy agradecida de haberla realizado.
Para mí fue muy linda, pude encontrarme con Dios, conocer gente nueva, reencontrarme con otras, ver la situación del barrio.
Fue muy fuerte, no me esperaba tanto cariño de los niños y la buena atención de la gente. El venirme muchos kilómetros, dejar mis vacaciones, asolearme, levantarme temprano y todo lo que es la misión, realmente vale la pena, el amor de Dios es lo más lindo que nos puede pasar…
Fue muy rica en muchos sentidos, encuentros con Jesús, oración, aprendizaje, principalmente fue una experiencia de recargar pilas en la fe. Comprendí que la misión me ayudó mucho para responder ciertas dudas y para comprender quién es y por dónde está Cristo. Fue un salvavidas para la fe.

Seguimos con los corazones contentos y agradecidos dispuestos allí “Donde Dios nos llame”. Muchas gracias a todos los que nos acompañaron con sus oraciones y cariño, ¡Dios los bendiga!

Loly Fernández y Equipo de HH responsables de la Misión Argentina- Uruguay

lunes, 19 de enero de 2015

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 259 DE SANTA CÁNDIDA

Carta nº 259      Marzo 1903

“… algo tenemos que sufrir por amor de Jesús, que tanto sufrió por nosotras”

            Parece que sufrir es una de esas palabras que quieren quitar del vocabulario actual y si pudieran hasta del diccionario. Es una palabra que no se lleva, que no tiene buena energía.

            Pero es tan real como la vida misma, es tan real que por mucho que lo intenten, nunca desaparecerá de nuestra vida. La clave es como sufrir  y por qué sufrir. Sobre el cómo sufrir sólo decir cómo sufrió Jesús. Y ahí hay mucho que descubrir, mucho que leer y mucho que aplicar. Sobre el porqué sufrir, acudo a la perla de la M. Cándida de hoy y respondo simplemente “por amor”, por amor al que tanto nos ama.

            Algo pensarían los discípulos que se acercaron a Jesús para preguntarle muchas cosas y que se atrevieron a seguirle para conocerle más. Jesús sencillamente les pregunta “qué buscáis?. Esa misma pregunta nos hace, me hace, en este momento de mi vida. ¿Qué buscas? Mucho me temo que no puedo responderle como lo hicieron ellos: no puedo preguntarle “dónde vives maestro?, porque lo sé, pero si puedo preguntarle muchas cuestiones acerca de cómo encontrar la felicidad.

            Conforme pasan los años el encuentro con Jesús es la piedra de todo movimiento, de toda ilusión y de todo cambio personal. Eso fue lo que ocurrió en la Galilea y eso es lo que ocurre hoy. Mientras eso no se dé, sólo sobreviviremos como podamos. La clave es el encuentro personal. Y a partir de ahí es cuando aparecen de nuevo aquellos detalles que tenías olvidados, es cuando empiezas a descubrir que con las cosas sencillas también se disfruta, que compartiendo también de avanza y se crece. Y vuelve la sonrisa y la risa, vuelve el dolor que se supera y sobre todo vuelve la vida.

            Algo tenemos que sufrir, sin duda, pero con sentido, con razones.


            Si hoy Jesús te preguntara ¿qué buscas?, ¿qué le responderías?

Publicado por Antonio Grau
www.vivirfi.org